RAÍCES DE PASIÓN
RETRATO DE CENOBIO AGUILAR
Desde 1897, la tradición cafetalera de Quetcholi ha sido forjada con pasión y respeto por la tierra. Todo comenzó con nuestro tatarabuelo Cenobio Aguilar, quien, al descubrir el valor transformador del café, cambió maíz, frijol y tabaco por un futuro lleno de sabor y dedicación. Su primer lote de café procesado en las montañas de Veracruz marcó el inicio de un legado que ha superado los desafíos de la historia: desde los saqueos de la Revolución Mexicana hasta la pérdida de tierras durante la Reforma Agraria.
A lo largo de las generaciones, nuestra familia ha preservado la esencia de la tradición, manteniendo vivas fincas emblemáticas como “El Desengaño”, “El Pozo” y “El Veladero”. Con el tiempo, la pasión por el café evolucionó: en 2010 nos aventuramos hacia el café de especialidad, adoptando métodos orgánicos y sostenibles, y en 2016 perfeccionamos nuestro proceso de tostado.
Hoy, cada grano de Quetcholi es el resultado de nuestras «raíces de pasión» artesanal que combina innovación, sostenibilidad y un profundo legado familiar. Es un orgullo haber sido pioneros en la producción de café en Naranjal y con la mirada puesta en el futuro, seguimos comprometidos a llevar nuestro café y nuestra historia al mundo.